¿Quién dijo que la alta cocina es solo para chefs con gorro alto y bigote retorcido? Hoy te traemos una receta que combina lo mejor de dos mundos: la elegancia de la gastronomía gourmet y la sencillez de una preparación casera. Hablamos de unos deliciosos raviolis rellenos de ricotta y espinacas, un plato que hará que tus comensales se chupen los dedos y piensen que has pasado horas en la cocina (aunque no sea así).
Índice
ToggleIngredientes:
Para la masa de pasta fresca:
- 300 g de harina de trigo.
- 3 huevos medianos.
- Una pizca de sal.
Para el relleno:
- 180 g de espinacas frescas.
- 250 g de queso ricotta.
- 50 g de queso parmesano rallado.
- 1 yema de huevo.
- Nuez moscada al gusto.
- Sal y pimienta al gusto.
Para la salsa (opcional):
- Mantequilla y hojas de salvia fresca.
- O una sencilla salsa de tomate casera.
Preparación
1. La masa perfecta
- En una superficie limpia, forma un volcán con la harina y añade la pizca de sal.
- Casca los huevos en el centro y, con un tenedor, comienza a mezclar incorporando la harina poco a poco.
- Cuando la mezcla sea manejable, amasa con las manos durante unos 10 minutos hasta obtener una masa lisa y elástica.
- Envuelve la masa en film transparente y déjala reposar en el frigorífico durante 30 minutos.
2. El relleno sabroso
- Lava y seca bien las espinacas.
- En una sartén con un poco de aceite de oliva, saltea las espinacas hasta que estén tiernas.
- Escúrrelas y pícalas finamente.
- En un bol, mezcla las espinacas con la ricotta, el parmesano rallado y la yema de huevo.
- Añade una pizca de nuez moscada, sal y pimienta al gusto.
3. Montaje de los raviolis
- Divide la masa en porciones y estírala con un rodillo o máquina para pasta hasta obtener láminas finas.
- Coloca pequeñas porciones del relleno sobre una lámina, dejando espacio entre ellas.
- Humedece ligeramente los bordes con agua y cubre con otra lámina de masa.
- Presiona alrededor de cada montoncito de relleno para sellar y corta los raviolis con un cortapastas.
4. Cocción y presentación
- Hierve agua con sal en una olla amplia.
- Cocina los raviolis durante 3-4 minutos, hasta que floten.
- Mientras tanto, derrite mantequilla en una sartén y añade hojas de salvia hasta que estén crujientes.
- Escurre los raviolis y mézclalos suavemente con la mantequilla y la salvia.
- Sirve caliente con un poco más de parmesano rallado por encima.
Consejos adicionales
- Si la mantequilla y salvia no son lo tuyo, una salsa de tomate casera o un pesto de albahaca también son excelentes opciones para acompañar estos raviolis.
- Si haces de más, puedes congelar los raviolis antes de cocerlos. Así tendrás una comida gourmet lista en cualquier momento.
- Decora el plato con unas hojas de albahaca fresca o unas lascas de parmesano para darle un toque aún más sofisticado.
Con esta receta, te aseguro que conquistarás paladares y demostrarás que la alta cocina también puede ser sencilla y divertida. ¡Buon appetito!
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